EL PRIMER POEMA DEL LIBRO

Dibujo de Francisco José Asencio

DRÁCULA

Soy el que vive en la noche.

El que muere a través de la muerte
de aquel que se hizo llamar
Dios en la tierra de quienes
le condenaron al destierro de los vivos.
El que vive por la sangre ajena.
Soy sombra a los pies de tu cama
y dolor en tu último aliento.

Este es el primer poema que abre "La parada de los monstruos". El dibujo es de Francisco José Asencio.

No creo que me dejen publicar más. Imagino que tendréis que comprar el libro cuando salga. Me comentan que, al ser una tirada pequeña (no sé qué entienden por pequeña), sólo se podrá comprar a través de la web o en presentaciones.

BIOGRAFÍA RELDA

La editorial me propone que cuelgue mi biografía para que me conozcáis un poco más. Lo hago ahora, antes de irme a la cama. 

Buenas noches a las 11:25 de la mañana. Prefiero la oscuridad.

RELDA (Lisboa, 1984)

Relda, cuyo nombre no voy a desvelar, nació en Lisboa en 1984. Se licenció en Psicología, pero jamás ha ejercido.

Intercala trabajos eventuales, que no requieren ninguna titulación, con periodos de escritura y lectura, que se puede  permitir porque ahorra todo lo que gana y se alimenta frugalmente una vez al día. El resto de comidas no deja de ser una costumbre burguesa y poco recomendada para los que quieren practicar el noble ejercicio de la poesía.

Ha publicado cuatro plaquettes y, hasta ahora, no había dado el salto a las editoriales porque no cree en ellas. Cazador de ratas no es una excepción, sólo una prueba para confirmar o desmentir su creencia. Y porque conoce a Mar Goizueta y le convence de introducirse en el tenebroso mundo de los editores.

Título de las plaquettes:

-Campos de huesos (2001)

-Todos muertos y corruptos (2003)

-Los vampiros no brillan en la oscuridad, sólo la Virgen de Fátima (2009)

-Quiero sangre (2013)

Relda cree en los monstruos mucho más que en los seres humanos. Por eso estudió Psicología, para entender a los monstruos.

Nunca hace lecturas públicas porque quiere que sus poemas hablen por él, ni se deja ver en saraos literarios porque lo que le interesa es la literatura, no sus aledaños.

Para contactar con el poeta, que no con el hombre, podéis escribirle a: reldaesrelda@gmail.com

LOS MONSTRUOS SON NIEBLA

El Támesis serpea por las calles de Londres. Mientras, en la bruma londinense, la noche encorva la espalda de uno de los mayores monstruos del mundo: Sherlock Holmes.
Un hombre le observa.
Los niños le esquivan.
La señora Hudson llora

Watson ha muerto. Una bala perdida le ha perforado el abdomen. Ha muerto desangrado entre grandes estertores.
Holmes le ha visto revolverse contra la muerte.
Higgins corre tras un carruaje, busca a Lestrade. Deben detener a Holmes. Está fuera de sí. Lleva días matando prostitutas.

El Támesis está tan sucio como las conciencias inglesas.
El monstruo ha vuelto. No se detendrá ante nada. Se alimenta de sangre y miedo. Tal vez, hoy, vaya a por ti.

PARA LA PREVENTA DE LOS IRREGULARES DE CAZADOR DE RATAS.

MONSTRUOS POR DÁMASO ALONSO

Lo que puedas preguntarte está escrito. Prueba a leer, verás cuántas cosas aprendes.
Creo que lo dije en la primera entrada: tú y yo somos monstruos. Pero, el mayor monstruo que ha existido nunca ha sido dios. En su nombre, se han declarado guerras. En su nombre, se han sacrificado vidas. En su nombre, el hombre mata y muere. Al final, te arrepientes y eso es todo. Estás salvado. Toda la sangre que has acumulado en tres los dedos se limpiará sola.
Vestirás chorreras sin mácula. Andarás sobre cadáveres como quien anda sobre la hierba blanda. Verde. Recién regada.
¿Qué eres? Un monstruo. Tú, sí, dios. Un monstruo terrible.
¿Crees que fuiste creado a su imagen y semejanza? Monstruoso es aquello que es diferente.
Frankenstein es sólo una imagen. La sombra es el primer miedo.
Antepasados que no saben qué harán con su miseria te trasladan su pánico a lo que no es como ellos.
Monstruos...

Así lo dijo Dámaso Alonso:

Todos los días rezo esta oración
al levantarme:
Oh Dios,
no me atormentes más.
Dime qué significan
estos espantos que me rodean.
Cercado estoy de monstruos
que mudamente me preguntan,
igual, igual que yo les interrogo a ellos.
Que tal vez te preguntan,
lo mismo que yo en vano perturbo
el silencio de tu invariable noche
con mi desgarradora interrogación.
Bajo la penumbra de las estrellas
y bajo la terrible tinieblas de la luz  solar,
me acechan ojos enemigos,
formas grotescas que me vigilan,
colores hirientes lazos me están tendiendo:
¡son monstruos,
estoy cercado de monstruos!

No me devoran.
Devoran mi reposo anhelado,
me hacen ser una angustia que se
desarrolla a sí misma,
me hacen hombre,
monstruo entre monstruos.

No, ninguno tan horrible
como este Dámaso frenético,
como este amarillo ciempiés
que hacia ti clama
con todos sus tentáculos enloquecidos,
como esta bestia inmediata
transfundida en una angustia fluyente;
no, ninguno tan monstruoso
como esa alimaña que brama hacia ti,
como esa desgarrada incógnita
que ahora te increpa con gemidos articulados,
que ahora te dice:
"Oh, Dios,
no me atormentes más,
dime qué significan
estos monstruos que me rodean
y este espanto íntimo que hacia ti
gime en la noche."


Y si Dámaso Alonso era un monstruo, entonces, yo no soy más que un insecto.

PRIMERA ENTRADA

Mi nombre es Relda. Realmente, no lo es. Pero esto no importa.
No creo en las editoriales.
Nací en Lisboa, aunque mis padres son españoles y me he criado en algún lugar de este infame país. No quiero decir que haya países que no sean infames. Cualquier límite impuesto por las mentes coaccionadoras y torturadas del hombre lo es.
Ya he dicho que no creo en las editoriales. Tengo varias razones para haber llegado a este convencimiento. No las voy a dar porque no creo que importe a nadie. Si no nos importan quienes viven con nosotros, ¿por qué habría de importaros yo? He cedido el libro que se va a publicar en octubre a Cazador de ratas porque conozco a Mar Goizueta. Sé que algunos han dicho que somos amigos. A mí esa palabra me viene grande. No me considero amigo de nadie. No confío lo suficientemente en el ser humano para establecer lazos de amistad.
La editorial sólo podrá sacar 150 ejemplares de mi libro, ni uno más. En una sola edición. No hay reedición posible.
Hasta ahora me he ido publicando yo y estoy contento. El paso al mundo de las editoriales ni me hace ni me deja de hacer feliz. Me da igual. He dejado que lo publiquen ellos porque parece que les gusta la poesía y los monstruos. Dos de las motivaciones de mi vida.
La editorial me "obliga" a abrir este blog. Ya está abierto.
La editorial cree interesante que se haga pública ya la portada de mi libro, lo hago, aunque lo que debería importaros es lo de adentro. Vosotros mismos.

No estoy en redes sociales, no me interesa el contacto cibernético, pero me han abierto una cuenta de correo que es bastante obvia: reldaesrelda@gmail.com
No seré yo el que conteste los mails, estoy completamente seguro de ello. Los leeré, eso sí, porque, si algo me puede es la curiosidad. Aunque, en esta ocasión, no mate al gato. Soy bastante escurridizo.
Creo en el amor. Y, no, la amistad no es una forma de amar. Amar es follar, tocarse, hablar poco y hacer mucho. Amar es otra cosa, es una monstruosidad. Cuando amas, pierdes el sentido de lo verdadero y todo es bruma o luz. No hay término medio.
Creo en el amor como creían los románticos, con un profundo sentimiento de tragedia y comedia. No hay término medio. Creo en el amor sin que importe el sexo porque el deseo no lo tiene. NO hay término medio.
Me interesan los monstruos porque tú eres uno. Yo lo soy.
Hay que joderse, tanto esfuerzo puesto en nosotros por parte de la sociedad, de nuestros padres, para que acabemos siendo monstruos. SÍ, ERES UN MONSTRUO.
No engañas a nadie. Yo no lo hago.
Esta es la primera entrada.

Lasciate ogni speranza voi ch'entrate